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ANIBAL IBARRA Y LA MUERTE 2

ANIBAL IBARRA Y LA MUERTE 2 Para Gustavo, (y para el resto del NHN Social Club)

Entiendo toda tu explicación de los asuntos corruptos que rodean nuestra sociedad. Me viene a la mente en estos momentos la obra literaria española que me enseñaron en la secundaria : Los Intereses Creados. Creo que era de Jacinto Benavente, no sé, no estoy muy seguro.
Mi posición al respecto trasciende todos los mezquinos intereses creados de la ciudad de Buenos Aires y todas las conductas corruptas de sus distintos estrados sociales que la integran.
Aníbal Ibarra es Jefe de Gobierno de nuestra ciudad desde el año 2000. Ha estado mas de 5 años en el poder. El es la máxima autoridad política del distrito y quien dicta las políticas del estado en la ciudad. El es el responsable de llevar a cabo los asuntos del gobierno. Tanto en la economía, como en el área social y en la seguridad pública.
No se le podría imputar, naturalmente, alguna que otra muerte en el tránsito de la ciudad, ciertas perdidas de vidas en accidentes o en circunstancias aisladas.
Lo que sucedió, sin embargo, es por completo diferente.
Todo un Crucero General Belgrano se hundió en el centro de nuestra ciudad. Hubo un genocidio literal de casi 200 chicas y muchachos que nos pertenecían a todos. Ha sido un hecho monstruoso y de una gravedad sin medida en la historia de Buenos Aires.
Si Aníbal Ibarra hubiera tenido un poco de dignidad habría renunciado de inmediato. Pero es de observar, sin embargo, la indignidad posterior de su conducta, y el lastimoso espectáculo que da ante la opinión pública.
Sé que hay un grupo importante de la sociedad que piensa diferente. Pero lo hacen por impiedad hacia los padres y por ignorancia de la manera en que funciona un verdadero sistema democrático. En una de las democracias avanzadas del mundo este hombre hubiera sido fulminado en unas pocas semanas y con la ley y la constitución en la mano.
Richard Nixon renunció ante la sola amenaza del juicio político, se fue con dignidad a su casa y no se le ocurrió andar llorando ante las cámaras como una puta barata y con la cara crispada diciendo que lo estaban derrocando en un golpe de estado y que el no era culpable de nada.
Este juicio político es (o acaso era) una enorme oportunidad de advertirles a todos nuestros advenedizos dirigentes que en el futuro les espera un castigo de verdad si no son responsables y capaces en el desempeño de la función pública.
De todos modos, y pase lo que pase, la historia no dejará de asociar a este tilingo nervioso y ojeroso con la muerte de nuestras chicas y muchachos y con el dolor infinito de los padres.
Anibal Ibarra es un muerto político
Y tiene las manos ensangrentadas.

Néstor Ravazza

nesravazza@yahoo.com.ar

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